viernes, 19 de octubre de 2018


3 MARAVILLAS DE LA FITOTERAPIA CRIOLLA
            Entre las muchas plantas de la fitoterapia criolla con altísimo poder terapéutico, vamos hoy a destacar los beneficios y propiedades de tres plantas que algunas personas, aún desconocen sus potencialidades: desmodium, boldo y kalanchoes. Veámoslas por separado:
            
DESMODIUM (Desmodium adscendens), llamada popularmente “pega-pega”,  es una leguminosa herbácea, trepadora o rastrera, típica  del África  y de la América ecuatorial. Durante siglos, los nativos de esas zonas la han empleado para una amplia variedad de tratamientos, entre ellos la hepatitis, asma, bronquitis, ictericia y trastornos de tipo digestivo, algo que siguen haciendo en la actualidad.
Algunas variedades son  parásitas, sobre todo de arbustos y palmeras, y, en general, todas son relativamente perenne. Del Desmodium se utilizan con fines terapéuticos  las hojas (trifoliadas), las ramas p tallo, las flores(axiales en dos colores predominantes: moradas o blanquesinas) y sus frutos (pequeñas vainas semicurvas, en la variedad que predomina en Margarita, pero en otras casos son más grandes). Entre sus principios activos hay saponinas triterpénicas y alcaloides indólicos.
El desmodium presenta un alto contenido de proteínas y de minerales como azufre, calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio y zinc. También contiene algunos ácidos grasos como el láurico, oléico, linoleico o araquidónico, entre otros.
Desde el punto de vista terapéutico, la cualidad más sobresaliente del desmodium es para el tratamiento de las alteraciones hepáticas y biliares, siendo altamente efectivo para la recuperación de la hepatitis y la esteatosis hepática, prevención de la cirrosis, descenso en el nivel de las transaminasas y  fluidificación o expulsión de bilis, lo cual ha quedado científicamente verificado a través de diferentes estudios clínicos.
          En el caso de la hepatitis vírica, en un estudio realizado con 34 pacientes, su administración consiguió normalizar el color de la orina e hizo disminuir los niveles de transaminasas GOT y GPT de manera sensible tras cinco días de tratamiento.
Otro aspecto destacable del Desmodium adscendens es su capacidad antioxidante y para combatir los radicales libres, causantes estos últimos de muchas enfermedades y trastornos del organismo, lo que incrementa sustancialmente su valor terapéutico (François Nsemi Muanda, Jaouad Bouayed, Abdelouaheb Djilani, Chunyan Yao, Rachid Soulimani, and Amadou Dicko, “Chemical Composition and, Cellular Evaluation of the Antioxidant Activity of Desmodium adscendens Leaves,” Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, vol. 2011, Article ID 620862, 9 pages, 2011. doi:10.1155/2011/620862).
La utilización tradicional del desmodium en Ghana, como tratamiento del asma bronquial, atrajo la atención de la comunidad científica. Ello dio pie a la realización de varios estudios clínicos, en los que se encontró que impedía la producción de muchos de los compuestos químicos que se producen normalmente durante un ataque de asma: los espasmógenos, que provocan contracciones en los pulmones; la histamina, que dispara la respuesta alérgica; y los leucotrienos, que estimulan la broncoconstricción e incrementan la producción de mucosidad en las vías respiratorias.
 Numerosos son los estudios científicos (Addy, McManus, Tubéry, Burka) realizados para estudiar los principios activos del Desmodium adscendens. La cromatografía en capa fina permite la identificación de derivados de la triptamina, flavonoides (vitexina e isovitexina), saponinas (soyasaponinas I y III, dehidrosoyasaponina I), antocianinas, polifenoles, taninos, terpenos, ácidos grasos insaturados y trazas de alcaloides. Dichos principios activos son de gran eficacia, ya que los síntomas habituales de la hepatitis (cansancio, cefalea, pérdida del apetito, tez amarilla, etc.) desaparecen a una velocidad espectacular, poniendo en evidencia el poder hepatoregenerador de la planta. Los parámetros biológicos (transaminasas, gamma GT, bilirrubina…) se normalizan entre un 20 y un 50% más rápido en comparación con aquellos casos que no hayan sido tratados con Desmodium. En el caso de hepatitis grave, se ha observado una normalización de la tasa de transaminasas hepáticas desde el primer mes de tratamiento. En las hepatitis virales el Desmodium adscendens no ataca directamente el virus implicado, pero sí impide que éste destruya las células hepáticas y abona para su pronta regeneración.

BOLDO (Peumus boldus) Es utilizada en América desde la época precolombina con muy diferentes aplicaciones, culinarias y medicinales. Su uso más popular es el de tratar dolencias digestivas, además de emplearse como un antiséptico y analgésico natural. Es la misma planta que algunos llaman “acetaminofén”, doll, atamel u otros nombres similares.
        El Boldo contiene aceites esenciales como el ascaridiol o el eucaliptol, además de flavonoides y alcaloides. El té de boldo es muy útil para tratar el estreñimiento; además de favorecer la expulsión de los gases (para cólicos y flatulencias). También reduce el riesgo de padecer cálculos biliares y tiene efectos depurativos del hígado
Sus propiedades diuréticas y depurativas permiten eliminar los líquidos acumulados en el organismo y las toxinas de la sangre, por ello suelen tomarlo pacientes con infecciones urinarias, nefritis y cistitis. También es adecuado para tratar el insomnio gracias a sus propiedades sedantes y su capacidad para actuar sobre el sistema nervioso. La presencia del cineol en su composición permite que también se aplique por vía externa para descongestionar el pecho y para aliviar las dolencias reumáticas.

KALANCHOES. El género Kalanchoe pertenece a la familia de las Crasuláceas (de hojas crasas o suculentas). El nombre de Kalanchoe (Kalanchoê, Calancoê) proviene del chino «kalan-chowi» (que cae y se desarrolla). Son originarias de Madagascar y existen más de 100 variedades de las cuales unas pocas son las más conocidas o más estudiadas en Latinoamérica. Los nombres científicos de tres de las que más abundan en nuestro país son:
– Kalanchoe pinnata (Bryophyllum pinnatum): También denominada “Planta de Goethe” ya que fue estudiada por el botánico alemán. En América Latina se le conoce como “Hoja del aire”, “Ojaransín”, “Siempre viva”, “YerbaBruja”, Colombiana, Libertadora, etc. Esta variedad no presenta manchas en sus hojas.
-Kalanchoe daigremontiana (B. daigremontianum): Popularmente llamada “Aranto”, “Madre de miles” o “Kalanchoe mexicana”. Sus hojas son alargadas y tienen manchas oscuras en la cara inferior.
-Kalanchoe gastonis-bonnieri (B. gastonis-bonnieri): es otra de las variedades más usadas y populares en nuestra región. Es una de las especies con las hojas más suculentas.
En la composición de las Kalanchoes encontramos: fenoles, acetatos y flavonoides, entre otros componentes destacados. El tamizaje fitoquímico realizado, en laboratorios de la universidad de La Habana, a los extractos etéreos, alcohólicos y acuosos muestra la presencia significativa de Quinonas y Alcaloides que podrían ser los metabolitos responsables de la actividad anti-bacteriana de estas milagrosas y llamativas plantitas. Desde el año 1800 se han realizado muchos estudios que corroboran esos hallazgos pero, como casi siempre sucede con las plantas medicinales, los intereses corporativos de las grandes farmacéuticas impiden que se difundan. Incluso, las Kalanchoes han demostrado –aunque algunos lo pongan en duda-, ser efectivas en la remisión del cáncer, especialmente de útero y ovarios.
Las Kalanchoes poseen una enzima (catalasa) regeneradora de tejidos celulares y fortalecedora del sistema inmunológico; tienen una fuerte acción quimio-preventiva para los agentes tumorales. También se ha observado la presencia de algunos minerales como el calcio, magnesio, hierro, cobre y la vitamina C. Entre las principales afectaciones de salud en las que suelen emplearse Kalanchoes destacan:
-Tumores y abscesos. Infecciones de la piel o heridas profundas. Quemaduras y gangrenas.
-Piedras en el riñón. Cólicos renales.
-Fortalecimiento del Sist. Inmunitario. Recomendada en algunas enfermedades autoinmunes.
-Lesiones y enfermedades relacionados con alteraciones celulares, en especial el cáncer.
-Diarreas y otros desajustes gastrointestinales
-Como ya se dijo, en la prevención  del cáncer de útero y ovarios.
--Reumatismo y artritis
-Enfermedades mentales: esquizofrenia, crisis de pánico y miedos.
CONTRAINDICACIONES: tanto las kalanchoes como el boldo y el desmodium, tienen pocas contraindicaciones, pero como sucede con muchas plantas, siempre se recomienda evitar su ingesta exagerada, o disminuirla a su mínima expresión, durante el embarazo (por los posibles efectos embriotóxicos y teratogénicos) y en el periodo de lactancia. Algunas previsiones específicas adicionales serían las siguientes:
a)El desmodium, en general carece de toxicidad y efectos secundarios «indeseables». Pero en dosis elevadas puede tener un efecto laxante. Conviene consultar a su médico o terapeuta con el fin de establecer la dosis adecuada en cada caso.
b)En el caso del boldo, en el aceite volátil de sus hojas(2-4%)   está presente el arcaridol (16-38%) que ha sido demostrado (Bradley, 2006), tiene toxicidad por lo que se deben tomar previsiones y no exagerar la dosis. Otro motivo de previsión es la presencia del alcaloide boldina cuyos efectos abortivos y teratogénicos en ratas, cuando se le suministra en altas dosis ha sido verificado.
c)El uso de las kalanchoes, para las personas que sufren de cardiopatías, debe ser consultado con su cardiólogo, ya que esta planta contiene compuestos bufadienólidos que son glucósidos cardiopáticos. No obstante consumida en dosis moderadas no tiene efectos colaterales perniciosos.


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