martes, 20 de marzo de 2018


LOS 7 MACROHÁBITOS DE LA SALUD INTEGRAL
(y  4/4b)
En esta quinta y última entrada de la serie, veremos los cuatro Macrohábitos restantes de los siete que conforman el modelo que ya comenzamos a presentar en la anterior entrada. Como hemos dicho, estos Macrohbt están constituídos por conjuntos de  hábitos(hbt) particulares que suelen involucrar varios sistemas y Macrofunciones, aunque, como sucede con los tres primeros que ya vimos, cada uno de dichos Macrohbt se centra normalmente en algún(os) sistema(s) más que en otro(s).

d) ELIMINAR/EXCRETAR EN SINTONÍA FISIOLÓGICA. La Eliminación es una de las primeras Macrofunciones que tomó cuerpo en el constructo teórico de la naturopatía. En nuestro país, como se sabe, fue el naturópata Dr García Chacón uno de los primeros que la incluye dentro de su esquema de “macrofunciones básicas”(en su libro Naturopatía I. Bases de la Medicina Natural, pag. 49). La gráfica que se muestra fue copiada del libro y un material didáctico de NATUROVEN:

            Esta Macrofunción incluye como debe ser, todas aquellas manifestaciones excretoras (intestinales, urinarias, sudor, CO2 del sistema respiratorio, linfático, etc), a través de las cuales nuestro organismo elimina desechos del proceso metabólico, toxinas, y todo aquello que deba ser eliminado en el sistema abierto que somos. En el caso de este Macrohbt, nosotros también lo entendemos bajo esa visión de totalidad, pero como macrohbt aquí lo vinculamos, sobre todo, con eliminación diaria y consciente de excrementos a través del colon y de la orina a través del sistema urinario (lo del sudor lo conectamos más con el hbt de la actividad física). Eliminar/excretar en sintonía fisiológica como hábito implica, fundamentalmente, evacuar regularmente, al menos una vez diaria y orinar cada vez que sea necesario (mientras más consumo de agua tengamos, mayor cantidad de veces deberíamos hacerlo).

e) HIGIENE PERSONAL Y ACTIVIDAD FÍSICA PERMANENTES. Hacer de la higiene personal y, en particular de los sentidos, está relacionado con la consciencia de que estamos expuestos, en forma permanente, a toda clase de patógenos, así como de toxinas y contaminantes que pululan en nuestro entorno. Se trata de ayudar al Sistema Inmunológico, para que no sea sobrepasado por el ataque de esos agentes que dañan la salud y que están presentes en el medio ambiente, en los alimentos que consumimos, etc. Hábitos particulares como lavarse las manos adecuadamente y con regularidad, tomar las previsiones sanitarias contra los patógenos y agentes contaminantes forman parte fundamental de este Macrohbt.
En cuanto a las actividades físicas permanentes, nada más vinculado con nuestro diseño biológico, como especie que hace apenas unos 10-15 mil años andaba errante por selvas, ríos, sabanas y montañas, cazando y recolectando el sustento diario. El estar en permanente movimiento no sólo beneficia la naturaleza del sistema óseo-músculo-articular, sino la totalidad de nuestro funcionamiento orgánico y psicoemocional: circulación, digestión, respiración, eliminación, sueño, etc. De allí la importancia de este Macrohbt, tanto si se le analiza individualmente, mucho más si se le interrelaciona con la higiene personal.  

f) ASERTIVIDAD EN PENSAMIENTOS Y EMOCIONES. El pensar y el sentir/expresar emociones y sentimientos es una de las características inherentes a la especie Sapiens de la que formamos parte como Primates del Género Homo y dentro de la numerosa y variada Clase Mamíferos. Cuando incluímos este Macrohbt dentro del septeto lo hacemos para poner de relieve que, la dinámica orgánica de la existencia humana es inconcebible sin el ingrediente emocional/afectivo y mental que permea toda nuestra cotidianidad y nos proyecta con sentido de permanencia a lo largo del ciclo vital. Hablar de salud integral sería imposible sin incluir no sólo lo mental/cognitivo sino todo ese universo de las emociones y afectos. La asertividad en pensamientos y emociones como Macrohbt implica poner en su justo lugar este componente de la existencia humana tan vinculado con preguntas de honda raigambre civilizatoria como ¿qué somos?, ¿en dónde estamos?, ¿hacia dónde, por qué y con quién queremos ir?, etc.  En la medida en que esas interrogantes tengan una respuesta afirmativa y coherente en el corto, mediano y largo plazo, en esa misma medida se expresarán en diversidad de conductas que, si nos lo planteamos, se configurarán como hábitos.

g) DESARROLLO ARMÓNICO DE LA ESPIRITUALIDAD.  Siendo como somos cuerpo, mente y espíritu, la espiritualidad humana es el tercer e insoslayable elemento que completa la trilogía inherente al Reto de la Salud Integral. Este último Macrohábito del septeto intenta operacionalizarlo. Y como la forma en que cada persona canaliza su mundo espiritual es parte del libre albedrío, no podría haber una receta o recomendación general sobre cómo cotidianizar este Macrohbt. De allí que la concresión de este séptimo y último Macrohbt tendrá siempre el personalísimo sello de cada individuo, de sus creencias y valores, de las formas cómo se conecta con la trascendencia y todo lo que plena su universo espiritual. Sin duda, el componente religioso es uno de los canales de más frecuente apelación, pero no el único y, en muchos casos, tampoco el más importante. Hay quienes lo desarrollan a través de las más diversas formas de altruismo, participación y activismo gremial, familiar, comunitario o de cualquier otra índole. El sello de las tradiciones familiares y del ADN socio-cultural siempre será decisivo, pero sin negar el acento propio que cada personalidad individual aporta a ese legado. Lo importante es que cada quien defina como desarrollar armónicamente su espiritualidad y que lo practiquen en forma consecuente hasta convertirlo en hábito de plenitud y realización individual y colectiva, que contribuya en forma significativa al Reto de la Salud Integral.

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