LOS 7 MACROHÁBITOS DE
LA SALUD INTEGRAL
(y 4/4b)

d) ELIMINAR/EXCRETAR EN SINTONÍA
FISIOLÓGICA. La Eliminación
es una de las primeras Macrofunciones
que tomó cuerpo en el constructo teórico de la naturopatía. En nuestro país,
como se sabe, fue el naturópata Dr García Chacón uno de los primeros que la
incluye dentro de su esquema de “macrofunciones básicas”(en su libro Naturopatía I. Bases de la Medicina Natural,
pag. 49). La gráfica que se muestra fue copiada del libro y un material didáctico
de NATUROVEN:
Esta
Macrofunción incluye como debe ser, todas aquellas manifestaciones excretoras (intestinales,
urinarias, sudor, CO2 del sistema respiratorio, linfático, etc), a
través de las cuales nuestro organismo elimina desechos del proceso metabólico,
toxinas, y todo aquello que deba ser eliminado en el sistema abierto que somos.
En el caso de este Macrohbt, nosotros también lo entendemos bajo esa visión de
totalidad, pero como macrohbt aquí lo vinculamos, sobre todo, con eliminación
diaria y consciente de excrementos a través del colon y de la orina a través del
sistema urinario (lo del sudor lo conectamos más con el hbt de la actividad
física). Eliminar/excretar en sintonía
fisiológica como hábito implica, fundamentalmente, evacuar regularmente, al
menos una vez diaria y orinar cada vez que sea necesario (mientras más consumo
de agua tengamos, mayor cantidad de veces deberíamos hacerlo).
e) HIGIENE PERSONAL Y ACTIVIDAD
FÍSICA PERMANENTES. Hacer de la higiene personal y, en particular de
los sentidos, está relacionado con la consciencia de que estamos expuestos, en
forma permanente, a toda clase de patógenos, así como de toxinas y contaminantes
que pululan en nuestro entorno. Se trata de ayudar
al Sistema Inmunológico, para que no sea sobrepasado por el ataque de esos
agentes que dañan la salud y que están presentes en el medio ambiente, en los
alimentos que consumimos, etc. Hábitos particulares como lavarse las manos
adecuadamente y con regularidad, tomar las previsiones sanitarias contra los
patógenos y agentes contaminantes forman parte fundamental de este Macrohbt.
En cuanto a
las actividades físicas permanentes, nada más vinculado con nuestro diseño
biológico, como especie que hace apenas unos 10-15 mil años andaba errante por
selvas, ríos, sabanas y montañas, cazando y recolectando el sustento diario. El
estar en permanente movimiento no sólo beneficia la naturaleza del sistema
óseo-músculo-articular, sino la totalidad de nuestro funcionamiento orgánico y
psicoemocional: circulación, digestión, respiración, eliminación, sueño, etc.
De allí la importancia de este Macrohbt, tanto si se le analiza
individualmente, mucho más si se le interrelaciona con la higiene personal.
f) ASERTIVIDAD EN PENSAMIENTOS Y
EMOCIONES. El pensar y el sentir/expresar emociones y sentimientos es
una de las características inherentes a la especie Sapiens de la que formamos parte como Primates del Género Homo
y dentro de la numerosa y variada Clase Mamíferos. Cuando incluímos este
Macrohbt dentro del septeto lo hacemos para poner de relieve que, la dinámica orgánica
de la existencia humana es inconcebible sin el ingrediente emocional/afectivo y
mental que permea toda nuestra cotidianidad y nos proyecta con sentido de
permanencia a lo largo del ciclo vital. Hablar de salud integral sería imposible
sin incluir no sólo lo mental/cognitivo sino todo ese universo de las emociones
y afectos. La asertividad en pensamientos
y emociones como Macrohbt implica poner en su justo lugar este componente
de la existencia humana tan vinculado con preguntas de honda raigambre
civilizatoria como ¿qué somos?, ¿en dónde estamos?, ¿hacia dónde, por qué y con
quién queremos ir?, etc. En la medida en
que esas interrogantes tengan una respuesta afirmativa y coherente en el corto,
mediano y largo plazo, en esa misma medida se expresarán en diversidad de
conductas que, si nos lo planteamos, se configurarán como hábitos.
g) DESARROLLO ARMÓNICO DE LA
ESPIRITUALIDAD. Siendo como
somos cuerpo, mente y espíritu, la
espiritualidad humana es el tercer e insoslayable elemento que completa la
trilogía inherente al Reto de la Salud Integral. Este último Macrohábito del
septeto intenta operacionalizarlo. Y como la forma en que cada persona canaliza
su mundo espiritual es parte del libre albedrío, no podría haber una receta o
recomendación general sobre cómo cotidianizar este Macrohbt. De allí que la concresión
de este séptimo y último Macrohbt tendrá siempre el personalísimo sello de cada
individuo, de sus creencias y valores, de las formas cómo se conecta con la
trascendencia y todo lo que plena su universo espiritual. Sin duda, el
componente religioso es uno de los canales de más frecuente apelación, pero no
el único y, en muchos casos, tampoco el más importante. Hay quienes lo
desarrollan a través de las más diversas formas de altruismo, participación y
activismo gremial, familiar, comunitario o de cualquier otra índole. El sello
de las tradiciones familiares y del ADN socio-cultural siempre será decisivo,
pero sin negar el acento propio que cada personalidad individual aporta a ese
legado. Lo importante es que cada quien defina como desarrollar armónicamente su espiritualidad y que lo
practiquen en forma consecuente hasta convertirlo en hábito de plenitud y
realización individual y colectiva, que contribuya en forma significativa al
Reto de la Salud Integral.
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