domingo, 29 de abril de 2018


PIRA, BLEDO, HIERBA CARACAS, AMARANTO
            Nuestra popular Pira margariteña, también conocida en el centro del país -desde tiempo de La Conquista-, como Hierba Caracas, se le conoce en otros países latinoamericanos, sobre todo en Centroamérica, como Amaranto, Bledo, entre muchos otros nombres. Con ella sucede lo mismo que con casi todas nuestras hierbas y plantas medicinales: se les llama de una gran diversidad de formas, dependiendo del país o, incluso, de diversas regiones dentro de cada país. El nombre científico de la Pira, según el Sistema Venezolano de la Diversidad Biológica es Amaranthus dubius (Mart. ex Thell., 1912). Esta especie surge (según Mosyakin y Robertson ,1996), por una antigua hibridización entre A. spinosus  y A. hybridus

            Según aparece en algunas crónicas de La Colonia, esta planta era tan usada y tenía tantas repercusiones anímicas y medicinales favorables entre nuestros aborígenes del valle de Caracas, que los conquistadores llegaron a atribuirle propiedades mágicas e incluso a prohibir su uso por parte de los indígenas.
            El médico naturista Gracián Rondón afirmó en uno de sus programas televisivos que es “el vegetal más completo de la naturaleza”, y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) la clasificó en 1979 entre los  mejores diez alimentos de origen vegetal y más completos para el consumo humano”. La NASA de los EEUU, por su parte, la utiliza desde 1985 como complemento nutricional para sus astronautas.

          La FAO asegura que sobre un valor proteico ideal de 100 la pira tiene 75 (nótese que la leche de vaca tiene 72, la soya 68 y el trigo 60). Su grano no posee gluten, lo que lo hace ideal para personas con dificultades gástricas y condiciones especiales como los celíacos. Entre los aminoácidos que más contiene figuran el triptófano, lisina y metionina.

El Instituto Nacional de Nutrición (INN) la reconoce como alternativa alimentaria 4S (sana, sabrosa, segura y soberana): sus hojas contienen ácido fólico, calcio, hierro, fósforo; vitaminas A, B2 y C. Se puede consumir cruda en las ensaladas, preparar infusiones con sus raíces, tallos y hojas, o usar junto con los aliños. Sirve para tratar úlceras de la piel, irritación de garganta, elimina parásitos, alivia el reumatismo y por su estímulo a las neuronas y en el mejoramiento de la actividad cerebral, ayuda a superar estados depresivos.
Una de las grandes ventajas de la Pira es que crece, prácticamente, en todo tipo de suelo y son muy pocas sus exigencias en cuanto a riego y nutrientes. Por supuesto que si queremos cosechar plantas con hojas, tallos y frutos más vigorosos, mientras mejor calidad tenga el substrato y tenga suficiente humedad el suelo, los resultados serán mejores.
Con estas breves anotaciones, queremos invitarlos a que se den la oportunidad de probar esta portentosa planta venezolana y latinoamericana, que ya es ampliamente conocida y utilizada, por sus numerosas propiedades, en otros continentes. En la red pueden conseguir también abundante información sobre las diversas propiedades y usos de nuestra “Pira margariteña”.


domingo, 22 de abril de 2018


DÍA INTERNACIONAL DEL PLANETA

Hoy se celebra el “Día Internacional de la Madre Tierra”,  como oficialmente se le conoce desde el 22 de abril de 1970, cuando el senador demócrata Gaylord Nelson promovió la movilización de más de 22 millones de personas en pro de esa iniciativa. Ojalá sea propicia la oportunidad para que no sólo hoy sino que, en muchas otras de las 365 rotaciones que nos brinda El Planeta, mientras nos traslada anualmente alrededor del Sol, hagamos “algo” en pro de La Madre Tierra, la Pacha Mama de los pueblos andinos.


Ese “algo” no tiene, necesariamente, por qué ser un hecho de muchas dimensiones y grandielocuente, aunque hay terrícolas en mejores posiciones como para tomar iniciativas más trascendentes que otros. No tiene por qué serlo porque, si todos y cada uno de los habitantes del Planeta empezamos por cuestiones sencillas, esa sencillez, multiplicada por millones, adquirirá dimensiones significativas. Es lo que sostenemos desde el Naturismo Ecológico y que hemos venido insistiendo desde el primer artículo publicado en este blog. Sembrar o cuidar una planta, no desperdiciar el agua, motivar a otros –empezando por nuestros hijos y el círculo familiar más inmediato hasta todos los confines a donde `pueda llegar nuestra prédica-, para atender y cuidar la diversidad biológica del Planeta,… son algunas de las muchísimas iniciativas a la mano de cualquier persona que se lo quiera proponer. Y siempre se podrá empezar desde cuestiones básicas, elementales y, si así lo quisiéramos, elevar los niveles de compromiso. La vida actual en El Planeta y las próximas generaciones nos lo agradecerán y siempre nos sentiremos orgullos por el esfuerzo que hagamos en esa dirección.

Desde naturismoysaludintegral.blogspot.com nos sumamos a esta celebración con el deseo y la firme esperanza de que, cada día que pase, crezca la consciencia planetaria sobre el actual ritmo de deterioro del ambiente y en torno a la necesidad de adelantar iniciativas que disminuyan o detengan ese ritmo autosuicida y que nos aboquemos a cuidar a la Pacha Mama.

lunes, 16 de abril de 2018


FOTOSINTESIS: CLAVE DE LA VIDA EN EL PLANETA
            No siempre se valora, en su justa dimensión, el rol de la fotosíntesis y su importancia para las diferentes formas de vida en La Tierra. En esta entrada vamos a tratar de poner en evidencia que, sin el rol estelar de la fotosíntesis, sería imposible la vida tal como se desarrolla desde hace cientos de miles, millones de años, en El Planeta. En primer lugar, veamos qué es la fotosíntesis y, luego, por qué hacemos una afirmación de esta magnitud.
            Podemos decir que la fotosíntesis es el fenómeno natural a través del cual, se genera en los cloroplastos de las células de algas y plantas verdes, el Oxígeno necesario para que se produzca el milagro de la vida. Sin ese O2 no sería posible la respiración aeróbica y la creación de energía indispensable para la gran mayoría de las formas de vida que hacen vida en la biosfera del Planeta. Veámoslo, con la ayuda de la siguiente gráfica, en forma simplificada, cómo se da el proceso:
                                                                    

            Como se sabe, la fotosíntesis se produce en las hojas y partes verdes de las plantas, gracias a la presencia de la clorofila, en los cloroplastos de las células. Para que haya fotosíntesis hace falta la concurrencia de, al menos, cuatro factores: luz solar, H2O y sales minerales provenientes del suelo y que suben hasta las hojas como savia bruta, CO2 atmosférico y algunas enzimas. Su conjunción convierte a la Energía Lumínica en Energía Química (hidratos de carbono CH2O  y nutrientes para la planta y para los que las consuman), más el  O2 que se libera a la atmósfera para ser utilizado por el resto de los seres vivos. Esa es la llamada Fase Lumínica de la Fotosíntesis que se produce durante el día en presencia de la luz solar. La Fase Oscura se genera durante la noche, en ausencia de la luz solar y también se le conoce como “Respìración Celular”. Es un proceso anaeróbico que tiene lugar en las mitocondrias de las células y a través de él se genera energía como ATP y se expulsa CO2 a la atmósfera. Esa son, de manera simplificada, las dos fases a través de las cuales las plantas verdes desarrollan, en el día a día, su fotosíntesis.
            Sólo las algas y plantas verdes tienen esa milagrosa posibilidad de transformar la Energía Solar en Energía Química (biomoléculas de glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos), además de alimentar permanentemente –en cada jornada de exposición a los rayos solares-, la atmósfera terrestre del O2 indispensable para la vida del resto de los seres vivos. Como si esto fuera poco, esas biomoléculas que, como savia elaborada, los vasos liberianos transportan, a todas las partes de la planta (tronco, hojas, raíces, flores, frutos y semillas), son la base de alimentación de todos aquellos herbívoros que dependen para su nutrición de dichas moléculas porque, a diferencia de las plantas, son incapaces de elaborarlas por su propia cuenta.
            De allí que sea plenamente consistente la afirmación de que, la fotosíntesis es la clave fundamental de la vida en El Planeta. Sin ella no sería posible la vida en la biosfera terrestre, tal como la conocemos actualmente.

miércoles, 11 de abril de 2018


COHN: otra forma de decir VIDA

            Desde el ángulo del Naturismo Ecológico, la palabra VIDA (LIFE o su traducción a cualquier idioma), pudiera también escribirse, en forma más universal, con estas cuatro letras-símbolos: C, O, H y N, COHN. Como se sabe, esos cuatro elementos químicos componen más del 95-96% de la masa de los seres vivos.
            Si quisiéramos referirnos, más específicamente,  a la vida humana, deberíamos agregar dos letras-elementos más: fósforo, P y azufre, S. Ambos con menos del 1% de aporte, pero fundamentales para nuestra existencia como especie. No en balde muchos los incluyen, junto a los cuatro anteriores, dentro de los llamados elementos biogenésicos primarios. Obviamente, hay unas cinco decenas más de elementos de muy poco aporte porcentual, pero de tremenda importancia en diversos aspectos de la vida humana y de otros seres vivos. En  primer lugar estarían los llamados biogenésicos secundarios (Ca, Na, Fe, Mg,…) y los oligoelementos(Mn, I, Zn, Cu,…) presentes apenas como trazas, en porcentajes comprendidos entre el 0,1% y el 0,0001%, pero que juegan un rol estelar en muchos procesos metabólicos.
            Los seis bioelementos primarios son indispensables para formar las llamadas biomoléculas orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). Como ya se dijo, constituyen el 96-97 % de la materia viva seca y los porcentajes aproximados en el cuerpo humano, de cada uno de ellos, en orden decreciente serían los siguientes:  Oxígeno O2 (63%), Carbono C (19%), Hidrógeno H (10%) y Nitrógeno N (5%), Fósforo P (0,64%) y Azufre S (0,63). Veamos un brevísimo resumen del rol que cada uno de ellos cumplen:
Oxígeno: Además de formar parte de las moléculas de agua, fundamental para la vida, es un elemento muy electronegativo que permite la obtención de energía mediante la respiración aeróbica. Forma enlaces polares con el hidrógeno, dando lugar a radicales polares solubles en agua (-OH, -CHO, -COOH).
Carbono: forman largas cadenas carbono-carbono (macromoléculas) mediante enlaces simples (-CH2-CH2) o dobles (-CH=CH-), así como estructuras cíclicas. Pueden incorporar una gran variedad de radicales (=O, -OH, -NH2, -SH, PO43-), lo que da lugar a una variedad enorme de moléculas distintas. Los enlaces que forma son lo suficientemente fuertes como para formar compuestos estables, y a la vez son susceptibles de romperse sin excesiva dificultad.
Hidrógeno: además de ser uno de los componentes de la molécula de agua, indispensable para la vida y muy abundante en los seres vivos, forma parte de los esqueletos de carbono de las moléculas orgánicas. Puede enlazarse con cualquier bioelemento.
Nitrógeno: principalmente como grupo amino (-NH2.) presente en las proteínas como parte de todos los aminoácidos. También se halla en las bases nitrogenadas de los ácidos nucleicos. Prácticamente todo el nitrógeno es incorporado al mundo vivo como ion nitrato, por las plantas.
Fósforo: Se halla principalmente como grupo fosfato (PO43-) formando parte de los nucleótidos. Constituye enlaces ricos en energía que permiten su fácil intercambio (ATP).
Azufre: Se encuentra, sobre todo, como radical sulfhídrilo(-SH), formando parte de muchas proteínas, donde crean enlaces disulfuro esenciales para la estabilidad de la estructura terciaria y cuaternaria. También se halla en la coenzima A, esencial para diversas rutas metabólicas universales, como el ciclo de Krebs.
Ciertamente, la vida humana es muchísimo más que ese sexteto de elementos.  Pero, lo que queremos resalta es que, desde el punto de vista químico, la confluencia de esos seis componentes primarios y de los elementos secundarios y las trazas de oligoelemntos, es lo que hace posible la vida, tal como la conocemos en El Planeta. En cualquier caso, el rol del H y O2, así como del C y el N pone de relieve la importancia y el papel que juegan en nuestra vida y en la salud integral, tanto el agua como los alimentos vegetales.